De nuevo en Dublín, nos quedan dos días por delante para poder conocer esta gran ciudad de la cual sólo habíamos visto una pincelada al principio de nuestro viaje.
1.- Phoenix Park 2.- Temple Bar 3.- Destilería Jameson 4.- Catedral de St. Patrick 5.- Christ Church Cathedral 6.- Dublinia 7.- Castillo de Dublín 8.- Despedida de Irlanda
Al pasar por O’Connell Street nos encontramos con unos agentes que nos ofrecen comprar la Dublín Pass con un interesante descuento. Se trata de una tarjeta con la que puedes entrar de manera gratuita en un gran número de monumentos, museos… (aquí podéis ver las entradas que están incluidas) y que además incluye los famosos Hop on, Hop off (más conocidos como los autobuses rojos) que te llevan por los puntos más emblemáticos de la ciudad mientras te cuentan la historia de los mismos en distintos idiomas.
Puesto que teníamos intención de entrar en algunos sitios incluidos en la Dublín Pass, y que empezábamos a notar el cansancio como para andar sin rumbo, decidimos comprar esta tarjeta para los dos días y coger el primer autobús rojo que nos encontráramos.
Consejo: Para decidir si os conviene o no comprar esta tarjeta, lo mejor es entrar en la página para saber las entradas que incluye. Una vez ahí, decidís que sitios no queréis dejar de visitar. Una vez que tengáis esta lista, apuntad el precio de las entradas y comprobad si os compensa pagar por la tarjeta o si nos os interesa porque no vais a entrar a casi nada y os sale más barato comprar las entradas sueltas. Si al final decidís comprar la Dublín Pass, estad atentos a su página web porque a lo largo del año te ofrecen descuentos hasta del 20%. Además, si te das de alta en su página te van a mandar un descuento inmediato, pero si no lo haces en ese momento te enviarán correos cada vez que salgan descuentos nuevos. La tarjeta no se activa hasta que no la utilices por primera vez, así que puedes comprarla cuando os interese el descuento y utilizarla al llegar a Dublín. La Dublín Pass tiene una validez de 1 año desde la fecha de la compra.
Una vez que subes en los autobuses rojos, te puedes desentender un poco de la ruta porque te llevan a los sitios más emblemáticos de la ciudad y tu sólo decides en cual te apetece bajar y en cual no. En Dublín hay dos rutas, la roja y la azul. Las dos rutas tienen bastantes paradas en común, y otras que no , así que debes estar atento a la ruta que te interesa coger.
PHOENIX PARK

Este parque no pudimos visitarlo el primer día debido a la intensa lluvia, así que, aprovechando que había salido un poquitín el sol, compramos para preparar unos sándwiches y nos fuimos directos hacia allí antes de que se volviera a nublar.
El bus rojo nos dejó justo delante de la entrada principal, que es donde está la caseta de alquiler de bicis (es una caseta muy pequeña y si no te fijas seguro que te la pasas). Alquilamos cuatro bicis a 5€ cada una durante 2-3 horas y nos lanzamos a explorar el parque.
Nada más empezar, nos cruzamos con una comitiva oficial, posiblemente de la presidenta de Irlanda, ya que su vivienda está dentro del parque Phoenix.
Nos adentramos en el bosque y cual fue nuestra sorpresa cuando nos encontramos un grupo de ciervos; los seguimos guardando la distancia y nos llevaron a una explanada que estaba llena de estos animales. Hay que decir que, aún siendo animales salvajes, están muy acostumbrados a la gente y te puedes acercar todo lo que quieras porque no se asustan.

Llegó un señor con una bolsa de zanahorias y los ciervos se fueron hacia él en cuanto lo vieron. Estuvimos un buen rato hablando con este dublinés y ya nos contó que iba todos los días a llevarles comida y que los ciervos ya lo conocían. Me animó a darle de comer desde mi mano, y con más miedo que vergüenza lo intenté. Decir que me encantó hacerlo, lástima que me animé con el último trozo de zanahoria que quedaba y no pude repetir.

TEMPLE BAR
Este barrio es el más carismático de Dublín, donde se concentra la vida nocturna de la capital irlandesa. Se trata de un barrio lleno de callejuelas donde se concentra un gran número de los típicos pubs irlandeses.
Aún siendo de día, pudimos disfrutar de un ambiente distinto al resto de Dublín. Encontramos muchísimas despedidas de soltero/a que venían de todas partes de Europa a pasar el fin de semana de fiesta. Las puertas de los pubs estaban llenas de gente disfrutando del buen tiempo y, por supuesto, de su Guinness. Durante el día también hay mercados de comidas y de libros en sus calles, que lo hace aún más ameno.
En un foro sobre Irlanda leí que aquí había un famoso pub donde ponían el mejor Irish Stew, y no dudamos en comprobarlo. El pub se llama The Old Storehouse. Pues bien, si tenéis la oportunidad, no dejéis de visitarlo. La comida está muy rica y el trato excepcional, además podrás respirar el ambiente de los verdaderos pubs irlandeses.
DESTILERIA JAMESON
Esta destilería la vimos al pasar con el bus rojo, pero no nos atrajo la idea de visitarla, principalmente porque no nos gusta demasiado el whisky a secas, tal y como lo toman los irlandeses, y menos llevando a los niños.
La destilería estuvo funcionando en este emplazamiento durante 200 años, pero se unió a las destilerías Cork y tuvieron que cambiar de ubicación por falta de espacio, quedando este edificio como centro de información y exposiciones.
Las visitas son guiadas y se hacen normalmente en inglés. La visita está incluida en la Dublín card, pero si no, la entrada está alrededor de los 20 euros. Aquí podéis encontrar más información y comprar las entradas.
CATEDRAL ST. PATRICK
Esta catedral es la más grande de las dos que hay en Dublín. Según cuenta la leyenda, esta catedral se construyó junto a un pozo que era donde San Patricio bautizaba a los que se convertían al cristianismo.
En el siglo V se construyó una iglesia de madera, y fue en el siglo XII cuando la transformaron en una iglesia de piedra, siendo en el siglo XIII cuando se levantó la actual catedral. Esta iglesia sufrió diversos incendios y profanaciones, viéndose abandonada, pero fue en 1860 cuando Sir Benjamin Guinness hizo una importante donación que permitió su restauración.
El precio de la entrada familiar (2 adultos+2niños) es de 17€, si es que no has comprado la Dublín Card.
CHRIST CHURCH CATHEDRAL
O lo que es lo mismo, Catedral de la Santísima Trinidad de Dublín. Esta catedral es más antigua que la catedral de St. Patrick. Fue construida en 1028 por un rey vikingo, con un nombre bastante difícil de recordar para nosotros (Sigtrygg Silkiskegg). En el siglo XIX se tuvo que restaurar para evitar que se derrumbara, puesto que tenía numerosas criptas que se usaban como cimientos provocando la inestabilidad del edificio.

Se visita la catedral y se puede bajar a la cripta medieval donde hay una cafetería y una tienda. Aunque no vayáis a tomar nada, no podéis dejar de visitarla ya que es la cripta más grande de Gran Bretaña e Irlanda. Además podrás ver otras reliquias que guardan allí. Una historia curiosa es que hay una reliquia de un ratón y un gato, y es que según cuenta la historia un gato estuvo persiguiendo a una rata a través de uno de los tubos del órgano, quedando ambos atrapados en él. A estos dos personajes los dublineses los llaman «Tom y Jerry».

También es posible subir 86 escalones hasta la torre del campanario para ver las vistas de Dublín, y donde se alojaban las tres campanas más importantes de Dublín, aunque en la actualidad sólo queda una.
Las entradas valen 7€/adultos y 2,50€/niños. También va incluida en la Dublín Card.
La catedral está conectada a través de un puente a la exposición Dublinia.
DUBLINIA
Dublinia es una exposición interactiva en la que viajas al pasado para conocer la historia de Dublín durante la época vikinga y Edad Media. Al ser interactiva, esta exposición suele gustar mucho a los niños porque pueden tocar todo mientras aprenden historia.
La visita está dividida en tres zonas:
Dublín vikingo: conocerás el modo de vida de los vikingos, podrás probarte sus ropas, visitar sus casas y sus barcos y convertirte en un guerrero vikingo o en un esclavo, tu eliges.
Dublín medieval: podrás pasear por las calles de Dublín de la época medieval y visitar la casa de un rico comerciante. También podrás observar los productos que se vendían entonces en los mercados.
History hunters: donde aprendes a investigar para conocer el pasado de tu ciudad.
Las recreaciones son a tamaño natural, y todos los carteles están escritos en inglés, aunque en la entrada puedes coger folletos donde traducen los carteles en distintos idiomas.
La entrada va incluida en la Dublín Card, pero si no la tienes el coste de la misma es de 9,50€/adultos, 6,50€/niño, o 25€/familia. También es posible comprar una entrada combinada para visitar además la Christ Church Cathedral.
CASTILLO DE DUBLIN
A este castillo no llegamos a entrar porque el cansancio ya pudo con nosotros, así que se nos ha quedado en tareas pendientes para nuestra próxima visita a Dublín. No obstante, os dejo algunas notas que tomé mientras preparaba el viaje.
El castillo de Dublín está en pleno centro de la ciudad. A lo largo de su historia ha tenido diversas funciones. Sirvió como asentamiento de los vikingos, como fortaleza militar, residencia real, sede del Tribunal de Justicia Irlandés, y sede de la Administración Inglesa en Irlanda. Hoy en día se utiliza para celebrar recepciones estatales.
La cripta de la Capilla Real es usada como centro de artes. Las áreas abiertas para el público son el Salón de San Patricio que es un gran salón de bailes, el Salón del Trono, donde está el trono del reinado del Rey Guillermo III, y los Apartamentos del Virrey.
Las visitas se suelen hacer guiadas y duran 45 minutos o la puedes hacer por libre, para lo cual te puedes bajar una aplicación de móvil que contiene una audio guía del castillo en varios idiomas. El precio de las entradas es de 24€/familia para visita guiada y 17€/familia para visitar por tu cuenta.
OTRAS VISITAS YA REALIZADAS EN DUBLÍN
Os recuerdo que al llegar a Irlanda pasamos un día más en Dublín y ya empezamos a visitarlo. Así que si no has leído nuestros post anteriores, te dejo los enlaces para que veas otros sitios bastantes interesantes que ver en Dublín.
NOS DESPEDIMOS DE IRLANDA
Había llegado el día que debíamos coger el vuelo de vuelta a casa. Nos quedó muchos sitios aún por conocer, comidas que probar y experiencias que vivir, así que nos íbamos pero sabiendo que tendríamos que algún día volveríamos para seguir pateando esta maravillosa isla.
Seguro que se han quedado muchas cosas en el tintero, así que os animo a que nos lo contéis en comentarios para así tenerlo en cuenta la próxima vez que vayamos.
Día 0. Preparativos para viajar a Irlanda
Día 1. Almería-Dublín. Traslado aeropuerto-centro ciudad
Día 3: Nos vamos de Dublín a Killarney
Día 6. De Killarney a Galway con parada en acantilados de Moher