Llegamos al plato fuerte de este crucero, San Petersburgo; de esta ciudad sólo puedo decir que es majestuosa, nos sorprendieron bastante sus amplias avenidas, la multitud de edificios históricos, el carácter de su gente y por supuesto la suntuosidad de sus palacios.
1.- Entrada a Rusia 2.- Día 1.- El Centro de San Petersburgo 3.- Fortaleza de San Pedro y San Pablo 4.- Catedral del Salvador sobre Sangre Derramada 5.- Museo Hermitage. Palacio de Invierno 6.- Paseo en barco por los canales 7.- Visita nocturna a San Petersburgo
Un apunte sobre los nombres de la ciudad. San Petersburgo fue la capital del imperio ruso hasta la Revolución Rusa en 1917. Poco antes (1914), la ciudad cambió su nombre a Petrogrado y después de la muerte de Lenin, en 1924, pasó a llamarse Leningrado. Justo antes del periodo soviético (1991) los habitantes de la ciudad votaron y decidieron recobrar su nombre original, volviendo entonces a llamarse San Petersburgo.

ENTRADA A RUSIA
Para entrar en Rusia es obligatorio llevar un visado junto con el pasaporte en vigor. El visado hay que pedirlo a la Embajada de Rusia, en el enlace podéis ver toda la información que necesitáis para obtenerlo.
En el caso de los cruceros, la forma más sencilla de visitar la ciudad es contratando la excursión, bien con la naviera o bien con una agencia. De esta manera te evitas tener que sacar el visado, ya que se han inventado un e-tour-ticket que te permite estar en la ciudad durante 72 horas pero siempre a cargo de una agencia local. Lo mejor de todo es que te sale muy bien de precio, ya que el precio del visado está en torno a 100€/persona y puedes encontrar excursiones de 2 días con comidas a partir de 120€/persona.

Después de investigar en foros de internet y de comparar unas agencias con otras, nos decantamos por una agencia rusa de la que teníamos muy buenas referencias, shorex.ru. Lo mejor de esta agencia es que tiene la opción de hacer excursiones en grupos reducidos, lo que hace que las visitas sean mucho más dinámicas. Una forma de reducir un poco el precio es conseguir juntar un grupo de 18-20 personas y solicitar precio de grupo; en este caso te hacen precio especial y además se adaptan a vuestras preferencias. Nosotros a través de un foro de viajes conseguimos hacer un grupo de 25 personas (de los cuales 9 eran niños a los que le aplicaron un 20% de descuento adicional). Decir que la experiencia fue maravillosa, el grupo funcionó genial y lo pasamos estupendamente. Además como todos viajábamos en el mismo barco, tuvimos la oportunidad de conocernos un poquito más a lo largo de todo el crucero.
Pasar la aduana la primera vez es una tediosa tarea, te miran de arriba a abajo varias veces, se estudian el pasaporte y debido a su carácter frío te hacen pasar un rato no demasiado agradable. La buena noticia es que ésto solo ocurre la primera vez que pasas la aduana, las siguientes veces, es mucho más rápido.

Al pasar la aduana la primera vez, junto con el pasaporte te dan un papelitos con todos tus datos en ruso. Así que aprovechad para fotografiar el papel antes de volver porque cuando regresas al barco el primer día, devuelves el papel en la aduana y ya no tienes oportunidad de ver tu nombre escrito en ruso.
DIA 1. EL CENTRO DE SAN PETERSBURGO
Bueno, pues una vez que pasamos la aduana, nos fuimos directos a conocer al guía que nos iba a acompañar durante estos días. El guía fue Alexander, un chico encantador que no paró de hablar en ningún momento contándonos la historia de los zares que habían tenido en Rusia, yo me perdí después del segundo zar, la historia rusa no es lo mío. Lo que si me quedó claro es que San Petersburgo fue fundada por Pedro El Grande, ya que no pararon de hacer referencias a él durante toda la visita.

Empezamos la visita con una vista panorámica de la ciudad donde nos llamó la atención el tamaño de todo, de los puentes, de las calles, plazas, palacios…. todo es tamaño XXL.


Fortaleza de San Pedro y San Pablo
Entrada a la fortaleza Catedral San Pedro y San Pablo
La fortaleza tiene forma hexagonal con bastiones en cada uno de sus ángulos. Este edificio es el más antiguo de la ciudad, fue diseñado por Pedro El Grande y construido en 1703 como defensa de la ciudad. Está en una isla (Zayachy) en medio del río Neva. La fortaleza nunca llegó a funcionar como defensa y con el tiempo se convirtió en una cárcel política donde estuvieron encerrados el mismo hijo de Pedro El Grande o el hermano de Lenin.
Todos los días a las 12 hacen sonar una salva con los cañones. Es su manera de saludar a la ciudad de San Petersburgo.
En medio de la fortaleza nos encontramos con la Catedral de San Pedro y San Pablo, esta catedral es de estilo barroco rompiendo así con las construcciones ortodoxas del resto de la ciudad. La aguja dorada de la catedral se ha convertido en un símbolo de San Petersburgo y se puede ver desde gran parte de la ciudad. En esta catedral es donde se encuentran los restos de los zares rusos de los Romanov.


Catedral del Salvador sobre Sangre Derramada

Ni que decir tiene que esta catedral es uno de los símbolos de la ciudad de San Petersburgo. La Catedral del Salvador sobre Sangre Derramada empezó a construirse durante el reinado de Alejandro III en conmemoración de su padre, el cual fue asesinado en ese mismo lugar dos años antes (de ahí su nombre). Alejandro II fue considerado un emperador pacificador que abolió la servidumbre, aún así era odiado por los campesinos quienes formaron una organización terrorista con el objetivo de acabar con la vida del gobernante. Dentro de la catedral se conserva el malecón donde fue asesinado Alejandro II.

Si por fuera es bonita la catedral, por dentro no deja de ser menos asombrosa. Al entrar te quedas fascinado porque la mayor parte del techo y paredes están cubierto de pequeños mosaicos de vidrio fundido. La superficie total cubierta con mosaicos es de 7000 metros cuadrados de manera espectacular.

Durante la época soviética la mayoría de las iglesias fueron destruidas, pero ésta se conservó y fue utilizada como almacén de patatas. A finales del siglo XX comenzaron una restauración que duró 20 años.


Museo Hermitage. Palacio de Invierno

Sin duda es uno de los más famosos del mundo y según nos contaron el museo más grande de Rusia. Fue fundado por la zarina Catalina La Grande como una Galería de Arte Privada, abriéndose al público en 1852. Hay que destacar que en este museo el dicho «no es oro todo lo que reluce» no se puede aplicar ya que aquí SÍ es oro todo lo que reluce (pan de oro).


El museo está formado por seis edificios junto al río Neva, siendo el edificio principal el Palacio de Invierno residencia de los antiguos zares. La arquitectura del edificio es totalmente barroca y dentro algunas salas se conservan pudiendo darnos una idea de la suntuosidad con la que vivía la dinastía Romanov.
Por todo el museo podemos observar este mineral verde llamado Malaquita trabajado de una manera sorprendente.


En el Museo podemos encontrar una colección de casi 3 millones de obras de arte repartidas en sus 370 salones. Podrás reconocer artistas de cualquier época y parte del mundo como son Leonardo Da Vinci, Rafael, Tiziano, Rembrandt, Monet, Miguel Angel, Picasso y Rubens.


En el Ermitage estuvimos sólo dos horas y aunque sólo nos dio para hacernos una ligera idea de la colección que albergaba, en general se nos hizo un poco largo; hacía mucho calor, había mucha gente y nos cansamos nosotros pero sobre todo los niños, aunque aguantaron como campeones hasta el final. En este museo el guía nos advirtió que tuviéramos cuidado con los carteristas incluso dentro del museo, ya que suelen comprar la entrada y robar dentro, así que mejor no llevar nada a la vista. No permiten meter mochilas ni chaquetones, así que las mochilas las dejamos en el bus y los chaquetones no se si los llegamos a sacar de las maletas siquiera.

Paseo en barco por los canales
Esta es una de las actividades típicas que realizan la mayoría de turistas y que nos permitió ver la ciudad desde otra perspectiva y enamorarnos, si cabe, aún más de San Petersburgo.

El paseo nos llevó por el río Neva y por tres de los canales más importantes de la ciudad (Fontanka, Moyka y Griboedov). Durante este paseo vuelves a pasar por delante de los lugares visitados durante el día y puedes observar la multitud de puentes que cruzan la ciudad, nada menos que 400 puentes (desde luego que nosotros no llegamos a verlos todos).
Columna Rostral de San Petersburgo

Visita nocturna a San Petersburgo
Ya sabíamos que había que aprovechar el tiempo en esta ciudad, así que después del paseo por los canales nos llevaron de vuelta al barco para recargar las pilas durante cuatro horas antes de conocer la noche de San Petersburgo. Y si de día la ciudad es bonita, de noche es simplemente mágica.
Ayuntamiento de San Petersbugo Teatro Alexandrisky
Por la noche la visita de la ciudad se hace principalmente en autobús para que de tiempo a ver iluminada la mayor parte. En los sitios más emblemáticos nos dejaron un rato (muy poco tiempo) para estirar las piernas, hacer fotos y poco más. Como rusos que son, llevan el tiempo muy cronometrado para llegar al espectáculo de los puentes a tiempo de poder coger sitio y poder disfrutar del mismo.

Traslados y hotel en Estocolmo
Día 1. Estocolmo. Ayuntamiento y Ciudad Nueva
Día 2. Estocolmo. Gamla Stan y Söderlman
Día 3. Estocolmo. Museo Vasa, Skansen y estaciones de metro.
Deseando leer el segundo día de San Petersburgo. Enhorabuena por el relato.
Gracias Eva, en breve podrás ver a qué dedicamos el segundo día en esta bonita ciudad.